La Comunidad de Madrid esconde parajes naturales que jamás hubieras imaginado y la sierra madrileña tiene rutas en las que encontrarás auténticos paraísos rodeados de vegetación y cascadas. Por eso hoy queremos descubrirte las mejores cascadas cerca de Madrid para disfrutar de la naturaleza sin irte demasiado lejos.
Sólo tienes que preparar tu atuendo de montaña, una mochila con agua y echar a andar para encontrar les mejores cascadas de Madrid.
Cascada del Hervidero – San Agustín de Guadalix
A menos de. media hora de Madrid, para llegar a la cascada del Hervidero lo primero que debes hacer es llegar hasta el polígono industrial de San Agustín de Guadalix. Una vez allí encontrarás el área recreativa de la Laguna de los Patos y será donde se inicie la senda que te llevará a la cascada.
Aunque no hay indicaciones, esta ruta no tiene pérdidas porque dispone de una senda que transcurre siguiendo el cauce del río y que está muy bien marcada. Cruzando un pequeño puente de madera, en medio del camino encontrarás lugares para pararte a tomar un snack mientras contemplas el paisaje.
Si continúas encontrarás una presa y un poquito más adelante tendrás las escaleras por las que puedes bajar para contemplar la cascada del Hervidero desde abajo.
La ruta completa dura aproximadamente dos horas haciendo paradas para contemplar el paisaje y tiene una distancia de unos 5,5 kilómetros entre ida y vuelta.
Chorrera de San Mamés
Una ruta de nivel medio debido al desnivel del camino, se trata de un camino circular de unos 12 kilómetros que podrás hacer en algo menos de cuatro horas.
La ruta arranca desde la iglesia de San Mamés, donde encontrarás un cartel que te dirige a la quesería artesanal del municipio y una vez que llegas a ese punto comienza el ascenso que te llevará a un frondoso pinar. A partir de ese momento comenzarás a escuchar el cauce del río y tras atravesar el sendero que bordea la ladera encontrarás la chorrera de San Mamés, un impresionante salto de agua de unos 30 metros de altura que te dejará sin palabras.
Para la vuelta, puedes optar por continuar hacia Navarredonda o volver por el mismo camino hasta llegar al punto de inicio: la iglesia.
Cascadas del embalse del Pradillo – Rascafría
Una ruta de fácil acceso que te permitirá hacer un plan diferente en familia, esta cascada se encuentra en las afueras de Rascafría, dentro de la Sierra de Guadarrama.
A una hora en coche desde Madrid y tras atravesar el pueblo, encontrarás el camino que discurre en paralelo al río Lozoya y que te llevará hasta el Embalse del Pradillo.
Solo el camino que tienes que andar para llegar a ver esta cascada ya merece la pena porque está rodeado de un frondoso pinar que hace de este lugar un sitio idílico para pasar el día fuera de la ciudad pero sin tener que irte demasiado lejos de Madrid.
Una vez que alcances la cascada del embalse del Pradillo te quedarás sin palabras al contemplar esta escena de aguas cristalinas.
Ducha de los Alemanes – Cercedilla
Se trata de una pequeña cascada escondida en las Dehesas de Cercedilla. Para llegar a ella tendrás que hacer una ruta circular de unos cuatro kilómetros que será muy sencilla y, por lo tanto, apta para los más pequeños de la casa.
La ruta comienza desde las Dehesas de Cercedilla y tendrás que atravesar el sendero más ancho, conocido como la Calzada romana. Tras andar un par de kilómetros encontrarás este salto de agua de 2 metros de altura que recibe este nombre porque en el siglo XX los montañeros que recorrían la zona -muchos de ellos alemanes- utilizaban el agua para darse una ducha refrescante.
Cascada del Purgatorio
En plena Sierra de Guadarrama encontrarás este paraíso natural que te dejará sin palabras. Si bien, para llegar debes seguir la ruta de senderismo que dura unas tres horas y media y que es de dificultad media debido a los desniveles del terreno.
Comenzando la ruta en el Monasterio de Santa María del Paular, atravesarás paisajes de ensueño que discurren a lo largo del valle del río Aguilón y por el camino te encontrarás con la poza de los Pintores o el puente del Perdón que cruza el río Lozoya. Es una buena caminata pero que merece la pena una vez que alcanzas la cascada del Purgatorio porque te quedarás sin palabras al ver este impresionante salto de agua que podrás admirar desde el mirador de madera situado en frente.