Sabemos que el calor está siendo insoportable en Madrid, por eso os proponemos desde MadridMejores.com planes en los que puedas respirar un poco aliviado mientras descubres lugares espectaculares de la Comunidad de Madrid o muy cercanos a ella. Hoy os vamos a hablar de un municipio en el que podrás disfrutar de diferentes cascadas y que está considerado por muchos, el paraíso del verano. Así que sigue leyendo, que te contamos todo lo que debes saber y verás como al final te animas a visitarlo.
Estamos hablando de Trillo, un pueblo en el que la belleza destaca de inicio a fin y que, aunque no se encuentra en la provincia madrileña, sí que está muy cerquita, a tan solo una hora, ya que se encuentra situado en Guadalajara. Aquí, como os decíamos, podréis disfrutar de muchas cascadas bañadas por el río Tajo que te dejarán hipnotizado. Pero no solo eso, también podrás disfrutar de su bella naturaleza, sus monumentos y sus aguas termales.
¿Qué visitar en Trillo?
La cascada del Cifuentes “es una hermosa cola de caballo, de unos quince o veinte metros de altura, de agua espumeante y rugidora”, así la describe el viajero Cela. El último recorrido del río Cifuentes, antes de desembocar en el Tajo, con sus continuos saltos y la abundante vegetación, conforma uno de los parajes más bonitos y atractivos de la Villa. En Trillo conocemos esta cascada como El Chorrerón.
La Casa de los Molinos es quizá el edificio más antiguo del pueblo, mencionado por primera vez, junto con los otros molinos existentes, en una serie de documentos de la época del reinado de Fernando IV de Castilla y de León (1295-1312), relativos a pleitos y a los acontecimientos que produjo la posterior venta en 1325, de Trillo al Infante D. Juan Manuel, señor de Cifuentes.
El puente sobre el Tajo es la construcción por la que se identifica al pueblo. Su origen se ha situado a mediados del siglo XVI, aunque es posible que existiese una construcción anterior más antigua. Su condición de lugar de paso del río más largo de España, le confirió mucha importancia en el pasado, siendo objetivo militar en todas la guerras que se produjeron desde su construcción.
El Real Balneario. Las aguas termales se hallan situadas en un valle en la margen izquierda del río Tajo, a dos kilómetros aguas arriba del pueblo. Se sabe que los romanos tuvieron asentamiento en Trillo y se aprovechaban de los beneficios de estas aguas. Durante siglos se ofrecieron de modo espontáneo a cuantos las precisaban para su salud y desde antaño sus hervideros servían para curar el cáñamo.
Si existe un refrán popular en Trillo, éste es el que hace referencia a las famosas Tetas de Viana. Dice el sabio y conocido refranero: Tetas de Viana, muchos las ven pero pocos las maman. Se refiere al conocimiento que se tiene de estos montes gemelos.
Un poco de historia de Trillo
Ya en tiempos de los romanos Trillo era una ciudad conocida, situándose en la región fronteriza entre Carpetania y Celtiberia. Su poblamiento se consolida tras la conquista, a finales del siglo XI, en tiempos de Alfonso VI, pasando a formar parte del Común de la Villa y Tierra de Atienza y rigiéndose por su Fuero.
El Infante Don Juan Manuel, en 1325, construyó el castillo cuyas ruinas coronan el núcleo. A mediados del siglo XV pasa a la jurisdicción de los Condes de Cifuentes, hasta que, en 1630, Trillo es declarado Villa con jurisdicción propia. Durante este tiempo, la comarca se puebla de magníficos ejemplos de arquitectura románica, como las iglesias de Viana y de La Puerta. La arquitectura cisterciense, con centro en el monasterio de Ovila, se extiende por estas tierras de frontera produciendo ejemplos tan singulares como la ermita de Morillejo.
En el siglo XVI, años de Renacimiento pleno, se construyen los magníficos edificios de las iglesias de Trillo, Azañón y Morillejo. Mientras, los núcleos se conforman como excepcionales conjuntos de arquitectura popular de piedra y de entramados de adobe y madera, entre los que destacan las casonas solariegas de las que se conservan singulares ejemplos en Trillo y Azañón.
Trillo, fue durante siglos un próspero poblado y en 1580 su población alcanzaba los 320 vecinos, según el censo realizado por el Rey Felipe II. Su decadencia llegó a principios del siglo XVIII con la Guerra de Sucesión. Se talaron sus montes y sus plantíos, se destruyeron sus ganados y colmenas, fueron quemadas las maderas de su tráfico y más de doscientas casas, decayendo la población en 1752 a 82 vecinos.
La villa de Trillo, de cuyo Ayuntamiento forman parte los pueblos de Azañón, Morillejo, La Puerta y Viana de Mondéjar, dista de la capital 75 kms., la altitud media sobre el nivel del mar es de 732 metros y hoy en día cuenta con una población de 1.415 habitantes.
La fiesta mayor se celebra el 8 de septiembre en honor de su Patrona la Virgen del Campo, destacando de ella sus encierros de toros por las riberas del Tajo. Su privilegiada situación a orillas del Tajo, donde las aguas del Cifuentes se despeñan antes de desembocar en éste, hacen de Trillo uno de los pueblos más bellos de la provincia.