Cuando llega el verano todos recordamos nuestras eternas vacaciones de la infancia en las que nuestro único plan era levantarnos para ver los dibujos mientras te tomabas un vaso de leche bien fresquito y esperabas a que abriera la piscina municipal para ir a disfrutar con tus amigos. Sin embargo, a medida que vas creciendo las responsabilidades cambian y los veranos pueden hacerse muy duros. Tener que ir a la oficina en plena ola de calor y no tener tiempo para darte un baño porque tienes otros quehaceres importantes en tu día a día puede ser algo habitual, pero también es cierto que durante esta época los horarios nos importan menos y los planes nocturnos son un habitual en nuestra agenda porque es el único momento en el que las altas temperaturas nos dan una tregua y salir de casa no se convierte en una misión de riesgo.
Sin embargo, este no es el caso de los turistas que llegan cada día a Madrid para disfrutar de los cientos de planes que ofrece esta ciudad cada día. Da igual que haya una ola de calor y que los termómetros superen todos los récords, vas a seguir viendo a los turistas en plena Puerta del Sol o recorriendo las calles aledañas a la Plaza Mayor en busca del mejor bocata de calamares. Eso sí, suelen ir bien preparados para hacer frente a las inclemencias del tiempo y lo más normal es verles con gorras, gafas de sol e incluso con paraguas para protegerse del sol.
Cualquier accesorio es bienvenido si es para protegerse del calor y poder seguir disfrutando de los planes más turísticos de Madrid que les llevan a conocer los rincones más recónditos de la ciudad y las historias más llamativas que esconden las calles y los edificios de Madrid.
Y precisamente, hay un punto de Madrid al que probablemente ni los turistas más atrevidos se acerquen porque es el auténtico horno de la ciudad. Según un estudio realizado Urban Heat realizado por la consultora Arup, es una plaza de Malasaña la que se lleva el récord al ser el punto más caluroso de Madrid. Se trata de la Plaza Juan Pujol, ubicada muy cerca de la Puerta del Sol, y paso frecuente de quienes recorren las calles de este barrio que se ha puesto tan de moda en los últimos años.
Tras analizar la temperatura de ciudades como El Cairo, Los Ángeles o Nueva York, es Madrid la que se ha llevado el primer premio -de dudoso honor- alzándose como la capital con mayor diferencia térmica entre el centro urbano y los alrededores. Es decir, esto no significa que en Madrid tengamos temperaturas superiores a las de Egipto, sino que la diferencia de temperatura entre una zona como puede ser Madrid Río o la Casa de Campo y el centro de Madrid es muy importante.
Pero, ¿por qué ocurre esto? Pues esto se debe, sobre todo, a las construcciones de las ciudades y a la falta de zonas verdes que rebajan considerablemente la temperatura y proporcionan lugares de sombra donde refugiarte del intenso sol que azota a España cada verano. Y precisamente esto es lo que ocurre en la Plaza Juan Pujol, que es una gran explanada construida con un suelo resistente a las filtraciones de agua pero que absorbe y retiene el calor de forma muy intensa, sobre todo durante la noche, lo que impide que los vecinos de la zona puedan tener un respiro para descansar. Además, la falta de árboles que proporcionen zonas de sombra hace que en esta plaza no haya ningún rincón fresco en el que refugiarte de las altas temperaturas.