La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha informado de la presencia de un caso de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) en la región y ha activado el protocolo pertinente en estos casos con el objetivo de evitar nuevos contagios de lo que se considera una enfermedad grave.
Se trata de un paciente varón de 74 años procedente de Castilla-La Mancha que llegó a las Urgencias del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles con un cuadro de fiebre y malestar general después de haber sufrido la picadura de una garrapata días antes en el municipio manchego de Buenasbodas, en la provincia de Toledo.
Tras realizarle los análisis necesarios en el hospital madrileño se confirmó que se trataba de un caso de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, una enfermedad infecciosa que pocas veces se ha manifestado en nuestro país. Las muestras recogidas en el Hospital Rey Juan Carlos fueron enviadas rápidamente al Centro Nacional de Microbiología donde se confirmó el diagnóstico.
Según han informado desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, el paciente ahora mismo se encuentra en una situación clínica estable mientras que se ha activado un protocolo de seguimiento entre sus familiares y allegados para confirmar que no se haya producido ningún tipo de transmisión durante los días previos al diagnóstico.
Desde la Dirección General de Salud Pública se ha activado ya la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital Universitario La Paz-Carlos III, espacio donde fue trasladado el paciente este mismo lunes después de confirmarse el diagnóstico. Esta medida se aplica porque esta unidad, además de ser la adecuada para tratar este tipo de dolencias, está preparada perfectamente para facilitar la labor del personal sanitario al tratar a pacientes diagnosticados con enfermedades infecciosas de alto riesgo.
¿Qué es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo?
Se trata de una enfermedad producida por un virus y que se transmite por la picadura de una garrapata infectada, generalmente del género Hyalomma.
Es una enfermedad endémica en lugares como África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia y en países situados por debajo de los 50º de latitud norte, que es el límite geográfico de las garrapatas.
Los primeros síntomas suelen aparecer entre tres y trece días después de la picadura de la garrapata y comienzan de forma súbita con fiebre elevada, cefalea, malestar general, dolores articulares, síntomas gastrointestinales y/o respiratorios, conjuntivitis y faringitis entre otros. Además, se pueden dar casos en los que haya una afectación hepática, renal o pulmonar.
Según el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid, los pacientes empiezan a presentar mejoras al noveno o décimo día tras los primeros síntomas de la enfermedad.
Respecto a la transmisión de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, suele darse por la picadura de una garrapata infectada, pero también puede producirse en casos de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de los infectados. En cuanto al periodo de transmisión de la enfermedad de persona a persona, esta comienza con la aparición de síntomas y aumenta el riesgo a medida que la enfermedad progresa.
Otros casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en Madrid
Esta no es la primera vez que los médicos madrileños se enfrentan a la enfermedad de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, pues en el año 2016 se diagnosticó el primer caso humano en la región. El paciente fue un hombre que pudo haber tenido contacto con una garrapata infectada en la provincia de Ávila y fue el primer caso con carácter autóctono en Europa Occidental. A raíz de este caso, se detectó un segundo: se trataba de un profesional que atendió al contagiado.