El cambio climático es una evidencia que cada vez preocupa a más expertos. El aumento de las temperaturas a nivel global parece no tener freno y los episodios de lluvias o sequías extremas cada vez se dan con más frecuencia incluso en zonas donde antes no se había dado nada parecido.
En las últimas décadas los niveles de temperatura han batido todos los récords históricos y las olas de calor no sólo son cada vez más intensas, sino también son más duraderas en el tiempo y más frecuentes. De un tiempo a esta parte, los meses de verano se han convertido en un auténtico infierno para quienes viven en zonas muy calurosas y todo apunta a que en los próximos años la problemática va a ir a más, según ha indicado el experto Colin Raymond del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la agencia espacial estadounidense, la NASA.
Precisamente Colin Raymond es el autor de un estudio que analiza la evolución del calor y la humedad extrema que ha sido publicado en Science Advances y que pone el foco sobre tres zonas concretas de España donde se cree que en menos de 30 años la vida se va a complicar por las altas temperaturas y el aumento de la humedad, que combinada con el calor extremo puede dejar como resultado condiciones de estrés térmico que pueden provocar incluso serios problemas de salud así como afectar a la calidad de vida en general.
Aunque los veranos calurosos de España son algo tradicional de nuestro país, en regiones como Andalucía las temperaturas que se alcanzan sobre todo en los meses de julio y agosto son totalmente asfixiantes y el calor ya supone una amenaza real para las personas y también para las zonas agrícolas.
Este estudio de la NASA revela en un mapa cuáles serían las consecuencias del cambio climático en los próximos años y todo apunta a que en 2050 la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía serán las más afectadas de toda España sufriendo temperaturas por encima de los 35 grados durante tres meses consecutivos.
¿Por qué Madrid no podría ser habitable en estas circunstancias?
Pues bien, el estudio ‘The Future we don’t want’ (El futuro que no queremos) se basa en datos de cuatro satélites para analizar y hacer predicciones sobre cuáles pueden ser las temperaturas en los próximos años y la conclusión no pinta nada bien porque según los expertos, si la temperatura alcanza los 35 grados durante seis horas consecutivas, el cuerpo humano no es capaz de regular su temperatura mediante el proceso de sudoración, lo que puede desencadenar en graves problemas de salud.
Esta predicción tiene que ver con la temperatura del bulbo húmedo, que mide la temperatura teniendo en cuenta la humedad del entorno y que estudia la capacidad del cuerpo humano de regular su temperatura a través del sudor. El problema es que en entornos con una humedad muy alta, el cuerpo humano no puede realizar este proceso mediante la sudoración y los riesgos crecen.
Precisamente por el aumento de las temperaturas y del índice de humedad que se estima para estas tres regiones de España en menos de 30 años, el estudio de la NASA concluye que vivir en estos lugares no será posible y por eso alerta a la población con el fin de promover prácticas responsables con el fin de que todos los ciudadanos aporten su granito de arena en esta lucha.