Madrid, esa enorme ciudad que tiene miles de rincones y de historias que contar. Hay calles con tanta historia que nos harían falta muchas publicaciones para recogerlas, pero hoy venimos a hablaros de la calle más larga de la ciudad. Las que más fama tienen probablemente sean Gran Vía y el Paseo de la Castellana. Y son grandes, sí, pero no como la más larga que tiene esta ciudad. Se trata de la calle de Alcalá. Y como podríais esperar es también de las más antiguas, por lo que sus historias son infinitas.
Y, ojo, que no exageramos, esta calle cuenta con más de 600 portales y 10,5 kilómetros, casi nada. Con sus casi once kilómetros, la calle de Alcalá vertebra Madrid desde el centro de la ciudad hasta el distrito de San Blas-Canillejas. Si la recorremos de oeste a este, atravesaremos cinco distritos, 16 barrios y dejaremos atrás algunos de los monumentos y lugares más emblemáticos de la capital como la fuente de la diosa Cibeles, la Puerta de Alcalá, el parque de El Retiro, la plaza de toros de Las Ventas o el parque de la Quinta de los Molinos.
En sus inicios, en el siglo XV, la calle de Alcalá se denominaba de Los Olivares y surgió como prolongación de la calle Mayor hacia el camino que conducía a Alcalá de Henares. Después, a lo largo de los cinco siglos siguientes, albergó el Real Pósito de la Villa de Madrid, vio nacer a la Puerta de Alcalá, se llamó calle de Los Banqueros y hoy en día constituye una de las principales arterias de la capital, siempre llena de vida, con constante bullicio y por la que discurre una importante parte del tráfico rodado de la ciudad, además de albergar un significativo número de establecimientos dedicados al comercio y la hostelería.
Nombres de la calle de Alcalá
Uno de los datos más curiosos es que esta calle fue conocida como la calle de los banqueros, ya que este fue el centro del poder financiero de España y, aunque esto ya ha cambiado, en esta calle seguimos encontrando la sede del Banco de España.
Pero ojo, que antes ya recibía otro nombre, precisamente la calle de los Olivares, esto era debido al Olivar que atravesaba esta calle. Esto se perdió cuando Isabel La Católica se vio obligada a dar la orden de que se pusiera fin al olivar después de que muchos delincuentes la aprovecharan para esconderse. Una vez desaparecido este elemento que caracterizaba la calle, ya no tenía sentido y se podía cambiar.
Un poco de historia de la calle Alcalá
En la primera década del siglo XXI se inauguró una nueva rotonda en Canillejas, que une ambos márgenes de la A-2 a distinto nivel, pasando la autovía bajo la rotonda tras las operaciones de cambio de cota a la que fue sometido ese tramo de la A-2. De esta forma se comunican perfectamente los distritos de San Blas-Canillejas y Barajas, quedando conectadas la calle Alcalá en el número 636 y la avenida de Logroño a la altura de su número 25. A partir de esta rotonda se encuentra el tercer tramo, que es el más estrecho.
La calle continúa solamente en la acera de los pares yendo en paralelo a la Avenida de América. Los números impares finalizan administrativamente en el 631 aunque solamente se puede ver señalizado hasta el 623. Por su parte, los pares continúan hasta finalizar en el número 728, donde se encuentra el concesionario Star Madrid Retail (concesionario autorizado de Mercedes-Benz). La calle termina en el barrio de Rejas, junto al nudo de Eisenhower, concretamente en la autovía M-14.