En los últimos años el número de perros censados en la Comunidad de Madrid se ha disparado. Aunque las cifras comenzaron a escalar a raíz de la pandemia, la escalada continúa y cada vez son más las familias que han decidido compartir su vida y su hogar con estos animales.
Además, de un tiempo a esta parte los animales han pasado a ser tratados como un miembro más de la familia y esto ha obligado a las ciudades a adaptarse a los nuevos tipos de familias porque son muchos los propietarios de perros que aman ir a cualquier parte con ellos, da igual que sea un parque, un restaurante o, por qué no, a un museo.
Las familias cada vez dedican más tiempo de calidad a sus mascotas y es que, lejos quedaron esos tiempos en los que los perros se quedaban en grandes fincas sin compañía humana. Ahora los perros son los reyes de nuestras casas -¡como se merecen!- y su bienestar es fundamental para sus propietarios, que buscan darle lo mejor a sus mascotas en todos los aspectos posibles.
Una prueba de esta nueva realidad es el aumento del número de parques caninos que se ha dado en los últimos años en la Comunidad de Madrid. Lejos de lo que podía ocurrir hace años, ahora todos los municipios de la región están más que preparados con estos recintos preparados para que los perros puedan correr y divertirse junto a otros canes.
Pero esto no es todo, porque las tiendas de alimentación especializadas o las tiendas de servicios para perros también han llegado con fuerza a Madrid. Tiendas de dieta barf para perros, peluquerías caninas, hoteles para perros y muchos más servicios se han instalado en la capital para complacer las necesidades de canes y dueños, que no escatiman en gastos si es para los reyes de la casa.
Esta nueva realidad también ha propiciado algunos movimientos urbanísticos dentro de la Comunidad de Madrid y es que cada vez son más las familias que piensan en la comodidad de sus mascotas a la hora de buscar casa o piso en la región.
Además de la dificultad que puede suponer encontrar un piso en alquiler si tienes mascota -gran parte de los que se ofertan no permiten animales-, quienes viven con perros tienen en cuenta otros aspectos a la hora de elegir la zona en la que quieren vivir.
Además de tener servicios como veterinario o peluquerías caninas cerca, los espacios verdes, los parques o la cercanía con enclaves naturales puede ser clave a la hora de elegir barrio en Madrid porque estos lugares serán muy importantes en tu día a día cuando tengas que sacar a tu perro después de trabajar, por ejemplo.
Según un estudio realizado por el portal inmobiliario Fotocasa, el 58% de las mascotas de Madrid vive fuera de la M-30 y los los barrios preferidos por los propietarios de mascotas son Hortaleza, Latina y Carabanchel, precisamente lugares muy cercanos a zonas verdes como la Casa de Campo o Madrid Río, ¿casualidad?
Pero, ¿qué pasa con quienes quieren disfrutar de su mascota dentro de la M-30 y quieren tener el perro más castizo de todo Madrid? Pues bien, según este estudio, los mejores barrios para vivir con mascota dentro de la almendra central serían Chamberí, Salamanca y Chamartín, precisamente zonas que cuentan con espacios verdes como el Parque del Retiro, el Parque de Berlín o el Parque de Santander. Además, son zonas de Madrid que cuentan con numerosos restaurantes pet-friendly, lo que siempre suma puntos porque no hay nada mejor que disfrutar de una buena comida con tu compañero peludo.
Y si esto te ha parecido poco, aquí te traemos algunas recomendaciones más, porque Madrid es muy amplio y las zonas donde disfrutar con tu perro son cada vez más.
De hecho, los nuevos barrios que se han construido en la capital en los últimos años se han convertido en grandes refugios para parejas con perros gracias a sus grandes avenidas y parques con fuentes y zonas verdes.
Es el caso del barrio de Valdebebas, que cuenta con el Parque Forestal de Valdebebas, o los barrios de Las Tablas, Sanchinarro o Montecarmelo, este último pegado a una parte del Monte de El Pardo. También el barrio de El Cañaveral, pegado a Vicálvaro, se ha convertido en una zona donde prácticamente verás a más perros que personas gracias a sus extensas áreas verdes y su cercanía al Bosque Metropolitano.